La importancia de las normas de seguridad de las puertas automáticas y el sentido común

Avisador luminoso para puertas de garaje automáticasHace 7 años (mayo de 2005) entró en vigor la última directiva comunitaria (Unión Europea) sobre las puertas automáticas y manuales, por la que se obliga a fabricantes e instaladores a cumplir con una serie de obligaciones en materia de seguridad de las puertas.

Uno de los puntos más importantes en la seguridad obligatoria son las fotocélulas detectoras de obstáculos y los avisadores luminosos de apertura y cierre de las puertas.

Independientemente de que la instalación la haga un técnico, o la hagamos nosotros como particulares, incluso de las normas, lo primero que siempre debemos tener en cuenta es la seguridad de quienes van a usar nuestras puertas, los que van a estar cerca de ellas, y de nosotros.

Muchos usuarios cuando deciden instalar un automatismo, intentan hacerlo de la forma más económica posible, y como en casi todo tratamos de ahorrar lo más posible, además de perjudicar la durabilidad y funcionalidad del motor, se reduce drásticamente el nivel de seguridad de la puerta, aun siendo un elemento ciertamente peligroso en el día a día.

En muchas ocasiones hemos escuchado decir: “yo tengo cuidado de abrir o cerrar la puerta cuando la veo y no hay nadie”. Y es cierto, tenemos cuidado, pero como en tantos otros aspectos de la vida, también tenemos cuidado, y no por eso deja de haber accidentes como ocurre con el tráfico, tanto por nuestras distracciones como por acciones no controladas de terceros. Recientemente nos relataban como un ciclista tuvo un grave accidente al chocar con una puerta basculante con apertura hacia el exterior por no verla, ni tampoco tener posibilidad el propietario de divisarle para advertirle. Faltaba un aviso luminoso…

Esta es la verdadera e importante razón a la hora de decidir instalar elementos de seguridad (fotocélulas, bandas, avisadores luminosos, motores con encoder, mandos con sistema antipánico…)

Los avisadores luminosos, a pesar de su bajo coste, son uno de los elementos de seguridad más agradecidos sobre todo para terceros. Advierten de que una puerta se está moviendo, y por tanto peatones y otros vehículos se preparan para tomar las debidas precauciones ante la entrada o salida de un vehículo, o el propio movimiento de la puerta. Es tanta la seguridad que aportan que en la gran mayoría de ayuntamientos es obligatoria su instalación para regular el tráfico en las salidas/entradas de garajes en las aceras, o en zonas rurales, para advertir a quienes circulan por el camino o carretera de que un vehículo puede salir de la finca, etc.

Las fotocélulas detectoras de obstáculos, tienen un componente de seguridad muy alto, pues hacen que la maniobra de cierre de una puerta se detenga inmediatamente y además se retraiga si el motor tiene sistema Encoder. Esta es una grandísima ventaja, pues en el caso de calarse el coche en medio de la puerta mientras se cierra o detenerse por una emergencia, o cruzar un peatón, niño, bicicleta, etc mientras se cierra…

Los motores con mandos con sistema antipánico de CAME han supuesto una verdadera innovación de seguridad. Este sistema anula la señal de todos los mandos mientras una puerta se abre, impidiendo así que por error apretemos un botón ordenando que se cierre y por tanto eliminando el riesgo de impacto.

Los accidentes con puertas automáticas si los motores son de calidad y está provistos de sistemas internos de regulación de fuerza, anti-aplastamiento y sistema encoder (al tocar obstáculo se retraen), no suelen ser graves, ya que el golpe a una persona adulta será medianamente leve (no ocurre lo mismo con los niños en los que las lesiones pueden ser muy graves). No obstante económicamente si golpean un vehículo, si que vamos a tener un disgusto para el bolsillo, ya que cualquier golpe daña pintura y carrocería.

Un consejo: si vemos la puerta moverse no intentemos que se pare metiendo el morro del coche, ya que lo más probable es que no lo consigamos (caso real y más habitual de lo que podáis pensar).
Si la puerta automática no está protegida con fotocélulas o banda sensible, y el coche está en el recorrido de la puerta no lo muevas. Intenta darle al mando, pero jamás quieras ser más rápido que la puerta, porque te llevarás la puerta y destrozarás el coche (caso también muy real y habitual).

Protégete de gastos por accidente, y disgusto mayores, no ahorres en seguridad, las normas están para cumplirlas, pero por encima de las normas está el sentido común.